Una buena pintura para suelos de pistas deportivas exige que tenga un nivel de resistencia mucho mayor que las pensadas para otro tipo de superficies.
Las pinturas para pistas tienen que estar preparadas para soportar las inclemencias meteorológicas (frio, calor, lluvia, etc.), el desgaste del uso de las mismas por los deportistas, además de ser capaces de resistir impactos fuertes, ya sean de balones, botas o zapatillas deportivas y además tener cierta flexibilidad que impida que se cuarteen con los cambios de temperatura.
Hay que tener en cuenta que las pistas deportivas no son susceptibles de ser decoradas al gusto de cada pintor o constructor, si no que responden a criterios muy concretos vinculados a los reglamentos que imponen las federaciones deportivas.
Por ejemplo, deportes como el tenis exigen que las pistas deportivas cuenten con un rojo óxido, un verde cromo y a veces un azul que deben ser respetados.
El color está totalmente al servicio del deporte y no al revés, buscando la mayor visibilidad para los deportistas.
Para que un usuario pueda entender bien una pista, por ejemplo de baloncesto, atletismo o de fútbol sala, tiene que estar pintada de forma que responda a unos códigos simbólicos compartidos y establecidos por todos los practicantes de ese deporte, ya que es muy importante que cualquier persona los entienda a la perfección.
Es por todo ello que las pinturas para pistas deportivas deben estar preparadas para resistir la abrasión, el impacto, las condiciones de exterior y permitir el marcaje y señalización con otros tipos de pinturas.